No miento si digo que conocí el cine de Chloé Zhao antes de su salto definitivo a la fama. Tampoco cometo un error cuando afirmo conocerla antes de su triunfo con Nomadland, inmersa ya dentro de la Academia de Hollywood. Me retrotraigo al año 2017, dentro de la Seminci de Valladolid, cuando presentó su largometraje The Rider, alcanzando la Espiga de Plata dentro de la Sección Oficial. Fue un galardón que sabía a pepitas de oro, ya que la autora estaba a punto de iniciar su meteórico despegue hacia la historia del cine convirtiéndose, después de Kathryn Bigelow, en la segunda mujer en alzar la estatuilla en el Teatro Kodak. Incluso antes de obtener el Oscar a la mejor dirección (Nomadland, 2021), se supo que Zhao firmaba un contrato con Marvel Studios que la llevaría a dirigir su primera superproducción. Una adaptación de los personajes creados por Jack Kirby en Eternals, contando con un presupuesto multimillonario para una directora que se había movido entre números modestos y con un fuerte carácter indie impregnando sus anteriores largometrajes.
Chloé Zhao es una mujer observadora. Es hasta Nomadland donde advertimos su pasión por dejar fluir y escuchar a sus actores, sin olvidar que muchos de sus intérpretes anteriores no eran profesionales, dejando caer sus historias personales. Historias que se mezclan entre la ficción y el documental puro. Jirones de vida, convertidos y montados en largometrajes, que con sensibilidad tejen el compendio fílmico de una realizadora tierna y llena de poesía.
Es en Eternals cuando advertimos su paso a la temática de superhéroes, pero en la que un ojo entrenado no asistirá a un recital tan encorsetado a parámetros anteriores del cine habitual en Marvel. Más bien nos encontramos con seres más meditativos, propensos al drama, con largas conversaciones y dilemas personales, que nos recuerdan a la anterior etapa de Zhao, con una vertiente “menos occidental”, predominando una tendencia al tempo lento y la introspección.
Disney continúa en España con su lento despegue en el formato UHD. Eternals,se convierte por lo tanto, en su último lanzamiento hasta la fecha. Para celebrar el lanzamiento propone diversas presentaciones, en la que destaca el steelbook limitado, incluyendo la presentación en dos discos. El primero para la película en 4K (2160p) en un BD66, el segundo para el largometraje en alta definición (1080p) en un BD50. Disney nos sigue privando de BD100 para el formato de ultra alta definición, sobre todo teniendo en cuenta que la duración de la película se va hasta los 155 minutos. El steelbook se construye en acabado mate con las efigies de los protagonistas en el frontal, discos serigrafiados con distintos motivos para cada soporte y semi funda de cartón con solapa para detallar la sinopsis y los aspectos técnicos.
La imagen del largometraje en UHD 4K no es plenamente satisfactoria. Pese a partir de material nativo en 4K, su fotografía original, con tendencia a tonos oscuros, se ve lastrada por el uso del HDR10 imponiendo en muchos momentos del film una oscuridad extra que deforma en cierto modo la concepción original. Si bien es cierto que encontramos secuencias superiores a las del BD, otras tienen un aspecto plano y grisáceo incluso en exteriores; imagen que no se corresponde con la ofrecida en la Plataforma Disney Plus, ahí sí con Dolby Vision, y con la mejora opcional imax 1.90:1 en varios instantes. El soporte físico únicamente incluye el montaje con su presentación 2.39.1.
Un UHD que ofrece amaneceres y crepúsculos preciosos, pero que en demasiados momentos flaquea sumergiéndose en motivos antinaturales y, para nada intencionalmente artísticos. Por lo tanto en muchos momentos tendremos la sensación de tener una mejor imagen dentro del BD 1080p, por mucho que la imagen 4K en varios momentos sí se presente muy superior.
El sonido luce su mejor cara dentro de la pista en inglés con Dolby Atmos, aunque existan momentos que parece que la pegada quede corta para lo que requiere la toma. La pista en castellano es un dolby digital 5.1, muy inferior a la versión original aunque cumplidora si se escucha sin un equipo adecuado. Subtitulación muy correcta, tomando y adaptando bien nombres y modismos propios del castellano.
Los extras, incluidos únicamente en el BD, se quedan en una mera anécdota, teniendo su punto fuerte en el audiocomentario a cargo de la propia Chloé Zhao entre otros. En resumidas cuentas: un UHD no lo suficientemente mimado, justo y muchas veces corto en contenidos. Y sobrevolando, la sensación de que Disney no termina de dar un buen acabado final en esta ocasión, si comparamos con otras películas tales como Viuda Negra o Shang Chi y la Leyenda de los Diez Anillos, dónde conseguía resultados mucho mejores. Se disfruta, pero el barrunto de cuidar más los contenidos en su plataforma resuena demasiado.
Publicado originalmente por Marcos.B el 10 de febrero de 2022 en CINE MI AMOR ©
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